Época: Dinastía XII
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
Epoca clásica: Dinastía XII

(C) Antonio Blanco Freijeiro



Comentario

Un artista desconocido para nosotros, pero sin duda dotado de suficiente ingenio para inventar algo nuevo donde todo parecía reglamentado, creó un tipo escultórico que había de tener enorme aceptación no sólo entonces, sino en edades sucesivas, a saber, la estatua-cubo. Era un modo de eternizar al hombre, aproximándolo todo lo posible al sillar de cantería, al bloque pétreo, a la mastaba. Para traducirlo a la piedra en esta actitud, el modelo había de sentarse en el suelo y levantar las piernas verticalmente por delante del cuerpo, de manera que las rodillas quedasen a la altura de los hombros y los brazos pudiesen cruzarse apoyados sobre ellas. De este modo la figura humana queda encajada en un cubo del que sólo sobresalen los pies por delante y la cabeza por encima. El afán de geometría, tan caro al escultor egipcio, quedaba así plenamente satisfecho, sobre todo si, como ocurre casi siempre, el tronco y las extremidades de la figura se envuelven en un manto talar.
En su estudio clásico de la escultura del Imperio Medio, Evers ofrece una serie de normas clasificatorias para la misma, entre la que destacan las siguientes:

a) Las esculturas en madera son más propias del principio que del final de la XII Dinastía y representan la continuidad del Primer Periodo Intermedio.

b) La falda tableada y la peluca de bucles cortos sólo se encuentran en la primera mitad de la Dinastía, pero la peluca vuelve a estar de moda en el Segundo Período Intermedio.

c) La falda varonil de tablón triangular no está documentada antes de la mitad del reinado de Sesostris III, y otro tanto es aplicable al manto amplio.

d) Las peanas relativamente altas, en relación con el tamaño de la figura, aparecen durante el reinado de Sesostris II.

e) Las estatuas de hombres sentados, con las manos extendidas de plano por encima de las rodillas, pertenecen al reinado de Amenemhet III y se inspiran en las estatuas de éste.

f) La falda larga varonil, ceñida inmediatamente por debajo de los pectorales, aparece en tiempos de Sesostris III y se generaliza en los de Amenemhet III, para seguir en boga durante el Segundo Período Intermedio.

g) El peinado de Hathor comienza a llevarse entre las mujeres a partir de Sesostris II, como se aprecia en las estatuas de la reina Nofret.

h) La túnica femenina de gala, con las hombreras decoradas por franjas horizontales, y el cuerpo y la falda por verticales, aparece en los reinados de Amenemhet II o Sesostris II.

i) Desde mediados de la Dinastía XII las hombreras de la túnica de las mujeres se ensanchan, y en vez de reunirse en el centro del pecho formando un escote en V, se separan en el arranque de la falda dejando aquí un intervalo horizontal relativamente estrecho, pero que muestra un poco más desnudo el espacio intermedio entre los senos.